En el episodio del 16 de mayo de «La Casa de los Famosos 4», se produjo un momento crucial con la despedida del primer finalista, quien aseguró su posición en el séptimo lugar del concurso.
Este hecho generó gran expectación entre los seguidores del programa, quienes comenzaron a especular sobre quién sería el próximo eliminado. Entre los nombres que sonaban con fuerza estaban los de Alana Lliteras, Aleska Génesis, Geraldine Bazán y Paulo Quevedo
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Además de las tensiones propias de la competencia, los participantes recibieron visitas familiares, entre las cuales se destacó la presencia de Michell, la hermana de Aleska Génesis.
Sin embargo, la visita familiar se vio empañada por un comentario de Aleska que generó controversia en las redes sociales.
La participante expresó su incomodidad por tener que compartir habitación con un hombre negro, un comentario que fue ampliamente considerado como racista por muchos seguidores del programa.
Las redes sociales estallaron en críticas hacia Aleska, resaltando la importancia de un lenguaje respetuoso y libre de prejuicios.
La indignación de los espectadores se reflejó en una oleada de mensajes condenando las palabras de la participante y demandando una disculpa pública por parte de ella.
La polémica puso de manifiesto la sensibilidad de la audiencia ante cualquier forma de discriminación racial, incluso en un contexto televisivo.
El incidente también llevó a reflexionar sobre la responsabilidad de los personajes públicos y su influencia en la sociedad.